Resumen

Hace pocos meses falleció en Bogotá el ilustre geólogo suizo, Edouard Reymond doctorado en la Universidad de Ginebra y vinculado a Colombia desde hace muchos años, durante los cuales desarrolló continuamente muy importantes actividades profesionales en los sectores oficial y privado.

En 1939 el suscrito tuvo la fortuna de seleccionar al doctor Reymond entre un grupo de profesionales altamente calificados, que se habían inscrito en la Liga de las Naciones con el propósito de emigrar del "infierno" en que por esa época se había convertido Europa por causa de la invasión Nazi.

Aunque el doctor Reymond era ciudadano de un país neutral, había tenido que abandonar el Congo Belga donde trabajaba en las minas de cobre, para refugiarse en Bélgica.

El doctor Reymond accedió a ingresar al recientemente creado Servicio Geológico Nacional del Ministerio de la Economía Nacional, el cual tenía plazas vacantes por carencia de geólogos. pues en el país era muy escaso el número de profesionales graduados en tal profesión. Así, pues sin causar ninguna erogación, ni reclamar ningún privilegio por su condición de experto extranjero, el doctor Reymond trabajó largos años en el Servicio con el interés y la camaradería propios de uno más de los nuestros.

La primera misión del doctor Reymond fue el estudio de las posibilidades económicas del Nevado del Ruiz. Luego, vinieron otras igualmente importantes como las de los carbones de Atlántico y Magdalena y el cobre de Natagaima, así como el estudio de los yacimientos de caliza de El Palacio, en La Calera, donde más tarde la Fábrica de Cementos Samper desarrolló sus principales minas de caliza.

Enseguida, el doctor Reymond se incorporó al Instituto de Fomento Industrial (IFI) donde se dedicó a explorar detalladamente los yacimientos de carbón de El Cerrejón, ejecutando un plan minucioso de perforaciones y lo construcción de un abundante número de túneles de cateo. Después, entró a trabajar en Acerías Paz del Rio S.A. donde colaboró en el estudio detallado de los yacimientos de hierro del sur de Paz de Río y los de carbón en Samacá, Tópaga y Matayeguas. Durante varios años trabajó para la Compañía Shell de Colombia en la exploración de petróleo en diversos sitios de Colombia. Pero cerca de los últimos 25 años los consagró a trabajar con Cementos Samper en la prospección detallada de las calizas de Palacio y de otros yacimientos que se investigaron, para los ensanches de dicha empresa.

Trabajador infatigable, aún ya sobrepasada la cumbre de los 80 años, lo encontramos caminando solo por los páramos dedicado a los estudios de terreno. Honrado y responsable, de temperamento muy discreto y modesto con gran espíritu de colaboración, puso sus conocimientos y experiencias al servicio de este país, al que siempre consideró como su segunda patria.

Sirvan estas letras para rendir a la memoria del colega y amigo el testimonio de nuestra admiración, aprecio y gratitud.

Septiembre de 1986